En la Argentina, el 48% de las víctimas fatales de 2021 fueron usuarios de motos. Consejos
El 22 de julio se celebra el Día del Cerebro, establecido por la Federación Mundial de Neurología, con el objetivo de concientizar sobre la salud cerebral. Uno de sus aliados, su escudo protector en el tránsito cotidiano es el casco, aunque no todos los motociclistas, y ciclistas, suelen llevarlo puesto.
El cerebro controla los movimientos voluntarios, el habla, la inteligencia, la memoria, las emociones y procesa la información que recibe a través de los sentidos. Es una especie de computadora central que controla todas las funciones del cuerpo.
Teniendo en cuenta todo y sabiendo que su uso es obligatorio y vital para salvarnos la vida en caso de un accidente, muchos prefieren llevarlo colgado del codo. Eso sí, en caso de caída quizás el brazo sea el menos golpeado.
Un accesorio indispensable
El Artículo 40, inciso J, de Ley Nacional de Tránsito Nº 24.449 expresa que para conducir una moto o un ciclomotor «es obligatorio llevar casco homologado. Si la moto no tiene parabrisas, se debe usar anteojos».
La obligatoriedad de su uso resulta lógica teniendo en cuenta que ambos vehículos no poseen carrocería alguna que pueda servir de contención en caso de choque, y que la sola pérdida del equilibrio en la moto puede significar dar de cabeza contra el piso.
Los cascos salvan vidas al evitar o amortiguar golpes en la cabeza que pueden ser devastadores. Los motociclistas que no usan casco tiene mucho más alto riesgo de muerte o de sufrir lesiones permanentes.
Los resultados del reporte de siniestralidad del primer semestre de 2021 elaborado por la Dirección Nacional de Observatorio Vial arrojaron que entre el 1° de enero y el 16 de julio hubo 1.675 víctimas fatales por accidentes de tránsito, un 11,2% por encima de las 1.506 del mismo periodo de 2020.
Las estadísticas indican que el 48% (804) del total de fallecidos fueron motociclistas, una cifra que prácticamente duplica a los automovilistas (25%). El tercer lugar de este ranking trágico lo ocupan los peatones, que representaron el 11%.
El Observatorio Vial completa que el número de varones fallecidos casi cuadruplica al de mujeres fallecidas (78% contra el 21% -1% sin dato-); que casi la mitad de las víctimas se concentran entre los 15 y 34 años; y que 6 de cada 10 víctimas fatales del norte del país son ocupantes de motos.
Cada vez más motos
El mercado de motovehículos en el país sigue en alza. Según el último informe de la Asociación de Concesionarios (ACARA), en junio se patentaron 30.066 unidades, un 29,9% más que en 2020 y un 44,5% más que en mayo.
De esta forma, en el primer semestre se patentaron 168.466 motovehículos, lo que representó un aumento del 51,5% respecto de 2020 (111.222 unidades).
A su vez, en el mercado de los usados se registraron 30.902 unidades transferidas en junio, mostrando una suba del 16% en comparación al mismo mes de 2020. En total, en los primeros seis meses, la suba fue del 44% en comparación con el año pasado.
Más allá de la franca recuperación del mercado de motovehículos, que tuvo un gran impulso en época de pandemia, los datos estadísticos del el Observatorio Vial hablan por sí solos. Por eso es importante que los usuario tomen en cuenta la importancia de una conducta prudente, del uso del casco y del buen estado de la moto.
Qué saber acerca del casco
Sebastián Porto, reconocido piloto argentino y embajador de ATM Seguros, la compañía que más pólizas vende en el mercado local de motos, brindó una serie de consejos vinculados a la importancia del uso del casco para los motociclistas y sus acompañantes.
1- Tiene ser homologado. Esto quiere decir que el fabricante lo ha sometido a una serie de procesos y ensayos encaminados a verificar que cumple con todas las prestaciones de seguridad básicas necesarias. Según la legislación argentina debe tener una etiqueta con la norma IRAM Nº 3621, que incluya el número CHAS (Certificado de Homologación de Autoparte de Seguridad).
2- La medida justa y resistente. La cabeza del usuario de motocicleta debe estar totalmente inmersa en el casco, es decir, ocupando toda su cavidad interna, para ofrecer mayor protección a las partes de la cabeza que el casco debe proteger según su diseño.
3- El interior debe ser confortable y antialérgico.
4- La cinta ajustable tiene que cerrar correctamente y ser de la medida del usuario. Este sistema de retención debe funcionar perfectamente, sin correas rotas, ni broches partidos e incompletos.
5- Es importante elegir un casco con visor de policarbonato, conocidos como abatibles o modulares, que deben ir cerrados y asegurados durante la conducción.
6- Si el casco sufre un impacto, es necesario cambiarlo porque pierde efectividad.
7- Llamado de atención: en el mercado motovehicular encontrarás cascos homologados que incluyen sistema bluetooth para uso del celular y auriculares para reproductor MP3. Pero la Ley Nacional de Tránsito en su Artículo 48°, inciso X, remarca la prohibición de hablar por celular o escuchar música a través de un audífono mientras se conduce.
“El casco no debe considerarse un gasto sino una inversión. Un casco bien utilizado, que cumpla con las normativas y que sea reemplazado cada vez que se requiera, siempre protegerá la cabeza del conductor o acompañante ante un impacto y de este modo, no solo se evitará la muerte sino que además reducirá considerablemente todas las lesiones que puedan producirse tras un siniestro”, detalló Porto.
«Recuerdo un golpe en particular en Goiania, Brasil, en el que al caer pegué contra el asfalto y después contra el muro; fue nacer nuevamente. Por golpes como esos es que hoy en día no se me ocurre salir ni al centro de mi pueblo en mi moto sin ponerme el casco», concluyó.